Ecosistema forestal

Ecosistema forestal: ¿qué es?

Un ecosistema forestal se refiere a la relación intrínseca en la comunidad de fauna, flora y ambiente que comúnmente es conocida como bosque o selva. Como diversos organismos, los presentes en el ecosistema forestal también mantiene interacción con las peculiaridades químicas y físicas de su ambiente.

Particularmente, un ambiente terrestre en el que se encuentran buen número de árboles que se desarrollan en un dosel cerrado, un bosque, en otras palabras. Los organismos implicados en la definición de este tipo de ecossitema son dependientes entre sí entre sí. Además de esto, pueden clasificarse extensamente conforme su función ecológica como productores, usuarios y descomponedores. Para describir la activa del ecosistema forestal, utilizaremos un caso muy conocido de un ecosistema como nuestro modelo: la selva amazónica de América del Sur.

Empecemos nuestro análisis de la ecología forestal donde la energía del sol ingresa al sistema. A nivel del productor, este nivel se encuentra ocupado por organismos que pueden fabricar su energía a partir del empleo de la entrada solar a la que pueden tener acceso.

Las plantas verdes se basan en el proceso de la fotosíntesis, así funcionan como los productores más importantes en el caso del ecosistema forestal, y en la selva tropical del Amazonas en general se manifiestan en dos pares de capas. La capa más alta incluye enormes árboles que se elevan a varias decenas de metros sobre el nivel del suelo. Bajo este tipo de flora, podemos encontrar las plantas más pequeñas, como los helechos; así como otros tipos de árboles que ofrecen alimento a la fauna, como semillas y frutas.

Ecosistema forestal: los consumidores de orden primario

Los animales de orden primario no cuentan con la capacidad de elaborar su propia energía. Por este motivo es por el que deben alimentarse de la flora existente en el medio. Este tipo de animales también cuentan con el nombre de herbívoros. Los consumidores primarios pueden consumir una larga lista de materiales de origen vegetal. Estos serán diferentes, y ello va a depender de sus adaptaciones físicas y ubicación en el ecosistema. Un ejemplo de ello ocurre en la selva amazónica. En ella, el capibara, un tipo de roedor semiacuático, se nutre en el suelo del bosque y en los humedales. Ello, con el fin de conseguir pastos y plantas acuáticas. Otros animales de orden primario, por su parte, viven en la parte alta del bosque lluvioso y se nutren de las hojas, flores, frutos y nueces de los árboles.
Ecosistema forestal: consumidores de orden secundario y terciario
Los carnívoros, o consumidores de orden secundarios, como es sabido, se alimentan de los animales herbívoros (o consumidores de orden primario). Esto lo hacen para poder contar con la energía producida, en un inicio por la flora de la región. Por su lado, los conocidos como los consumidores de orden terciario obtienen la energía al consumir a los carnívoros de primer orden.

Muchos de estos animales actúan como animales de orden secundario; o bien terciario, en dependencia de la especie de la que suelen obtener la energía. En el caso del jaguar, el carnívoro de mayor tamaño en la selva del Amazonas, puede aprovecharse de los grandes roedores capibaras, obteniendo así su energía básica.
Mas asimismo caza de forma fácil a otros tipos de animales que se encuentran en diversos niveles, como lo son reptiles, en tal caso, como carnívoro que se nutre de un carnívoro, y ahí se manifiesta en el nivel de un consumidor de tercer orden.

Ciertas especies del orden secundario y terciario mezclan una dieta animal con ciertos elementos de origen vegetal: como ciertos monos, que pueden consumir insectos o frutas, presentando una dieta omnívora.
Los predadores prosperan en todas y cada una de las capas de la selva amazónica. Además de los ya mencionados, podemos encontrar una larga lista de ocelotes, reptiles y diversas especies de aves que fungen como predadores.

¿Y los descomponedores?

Los denominados como organismos descomponedores que podemos encontrar en el ecosistema forestal se dedican a descomponer los tejidos de los otros animales que ya han muerto, devolviendo los nutrientes al suelo a fin de que los productores puedan hacer uso de estos.

Aparte de las bacterias, las hormigas y las termitas, existen otras especies de animales considerados como descomponedores. Los milpiés y las lombrices de tierra asimismo actúan de forma esencial a desarticular los tejidos de dichos animales y plantas. El tiempo caluroso y húmedo del Amazonas es, en nuestro ejemplo, una ventaja al respecto.

Interdependencia y simbiosis: fundamentos de la ecología forestal

Los organismos de este ecosistema son dependientes entre sí entre sí para subsistir. Un caso al respecto es la relación entre las hormigas aztecas y los árboles cecropia. Las hormigas, que prosperan en los tallos huecos de los árboles, dependen del jugo singular que generan los árboles para alimentarse. A cambio, las hormigas espantan a los insectos que pueden dañar las ceropias y matan las enredaderas que podrían ahogar estos árboles. Esta clase de relación próxima y también interactiva entre 2 organismos es un caso de simbiosis.

Otro ejemplo de una relación simbiótica en donde aparecen los descomponedores es la que existe entre hormigas y orugas. Las hormigas se nutren de jugos dulces producidos por máculas en la espalda de las orugas. A cambio, resguardan a las orugas del ataque.

Esta clase de relaciones, en el ecosistema forestal, se acostumbran a dar no solo de una especie a otra. Realmente, son parte de una extensa red de comunicación y de intercambio de energía.

Los humanos son una parte del ecosistema forestal:

Si bien en la actualidad la mayor parte de los humanos viven en poblaciones distanciadas de bosques. Lo cierto es que, de entrada, se podría decir que los humanos son usuarios. Conseguimos comestibles y materiales de los bosques. Debido a esto, somos una parte del ecosistema forestal. El consumo humano altera los ecosistemas forestales. La intervención del ser humano puede ser precisa para sostener a las comunidades forestales bajo la creciente presión del empleo humano.

Ecosistema forestal, tipos principales:

1. Ecosistema de bosques templados:

Se trata de un tipo de ecosistema forestal que tiende al clima frío. Se caracterizan por contar con árboles de hoja caduca. Es decir, son árboles que pierden sus hojas en el invierno. Así mismo, la lluvia es un elemento fundamental en el equilibrio de este tipo de ecosistema forestal. Gracias a ella inicia la cadena alimenticia, con el crecimiento de las plantas.

Cabe mencionar que los árboles de hoja perenne son árboles que los mantienen durante todo el año, como los pinos. De hecho, pueden ser una combinación de los dos tipos. Un cuarto tipo de bosque es un bosque templado lluvioso. Estos se encuentran en diversos estados de Norteamérica, como California, Arizona, Utah, Oregón y Washington, además de regiones de Canadá y México, así como varios países más de Europa y Asia.

Estos bosques están hechos de secoyas y secuoyas, los árboles más altos del mundo. La cantidad de lluvia en un área determina si hay un bosque presente. Si llueve lo suficiente como para sostener los árboles, generalmente se desarrollará un bosque. De lo contrario, la región se convertirá en pastizales.

2. El ecosistema de la selva tropical:

Las selvas tropicales son los pulmones del mundo. Son consideradas, hoy en día, como mega organismos, así como mega ecosistemas. En ellas podemos encontrar una larga lista de plantas animales. De hecho, hoy en día aún ignoramos la mayoría de las especies que habitan en el ecosistema forestal del tipo de selva tropical. Por ejemplo, incluso las zonas donde la luz solar puede alcanzar la superficie están llenas de plantas interesantes.

¿Sabes de dónde obtienen su nombre las selvas tropicales? Se llaman así porque reciben mucha lluvia, un promedio de 80 pulgadas al año. La temperatura no suele variar demasiado en las 4 estaciones. Siempre es cálido y húmedo. La famosa selva amazónica se encuentra en Brasil, en América del Sur. Este bosque en particular se llama Neotrópico. Otros grandes bloques se encuentran en África Central y Occidental.

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