El ecosistema desértico, al contrario que el ecosistema urbano, se caracteriza por ser un terreno enormemente inhóspito, con temperaturas muy altas, ausencia de lluvias, y escasa vegetación y fauna. Por lo tanto, es uno de los biomas (superficie terrestre) más secos y áridos del planeta tierra
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Flora del ecosistema desértico
La vida vegetal es muy escasa, debido a las bajas precipitaciones y a la poca humedad del suelo.
Existen pequeñas plantas que no necesitan de mucha agua, pues se han adaptado al clima desértico. Entre ellas pueden mencionarse: las estepas, los arbustos aislados, las plantas espinosas (como los cactus y los matorrales), algunos tipos de dunas, las crasas y las suculentas.
Solo cerca de pequeños oasis se puede observar un tipo de vegetación más abundante. Específicamente, predominan las siguientes especies: la biznaga, el cacto de Beavertail, la agave americana, la banana yucca, la cactus órgano, la sauce del desierto, el árbol de Josué, la palmera datilera, el ocotillo, la rodadora, la mesquite, el nopal y el sotol del desierto.
Fauna del ecosistema desértico
La fauna habitualmente es poca, pues no existen muchas especies capaces de vivir en las difíciles condiciones del ecosistema desértico. Sin embargo, algunos animales han conseguido adaptarse.
Principalmente, lo han logrado los reptiles que gracias a su sangre fría pueden sobrevivir perfectamente en este lugar. Siendo algunas especies de lagartos y serpientes como la cascabel los animales más abundantes en zonas desérticas.
También se da la presencia de numerosos insectos: muchas especies de escorpiones, hormigas, escarabajos y arañas que -al igual que los reptiles- habitan en madrigueras construidas por ellos mismos.
Entre los mamíferos, es común ver al camello y cierto tipo de roedores, coyotes y zorros.
Entre las aves, están las avestruces de cuello rojo, los correcaminos, las gacela dorcas, los buitres y las tórtolas. Otro animal que logrado adaptarse, es el murciélago rojo.
Suelos del ecosistema desértico
Los desiertos pueden presentar tres tipos diferentes de suelo.
Suelos arenosos
Están compuestos en su mayoría por arena. La acción del viento hace que la arena se apile y forme dunas.
Suelos pedregosos
Están formados por acumulaciones de piedras, rocas y guijarros.
Suelos polares
Son propios de los desiertos polares. Su superficie se encuentra totalmente cubierta por hielo. No se considera precisamente un tipo de suelo, dado que la verdadera superficie del suelo está cubierta por una densa capa de hielo que puede tener un grosor de incluso kilómetros.
Hidrografía del ecosistema desértico
Las precipitaciones son sumamente irregulares y escasas por el efecto de los anticiclones tropicales.
En las zonas desérticas, todos los meses el clima es seco y las precipitaciones no alcanzan ni siquiera los 150 mm por año. Usualmente se dan en forma de aguaceros intensos y la humedad que generan desaparece se evapora rápidamente o se filtra al subsuelo.
A pesar de esto, se da la formación de uadis, es decir, cauces secos y estacionales de ríos. Estas formaciones trasladan agua solo después de las lluvias; permanecen secas la mayor parte del tiempo. Casi nunca desembocan al mar, pues el agua se disipa en poco tiempo.
Zonas climáticas de un ecosistema desértico
Las regiones desérticas pueden presentar tres tipos de clima.
Zonas semiáridas o esteparias
Se ubican en los bordes del desierto. Sus precipitaciones son -en promedio- de 250 a 500 mm anuales. Este tipo de zona climática abarca apróximadamente un 14% de la superficie terrestre.
Zonas áridas
Abarcan cerca del 15% de la superficie terrestre. Por lo general, sus precipitaciones anuales son de 25 a 250 mm.
Zonas hiperáridas
Son las zonas más áridas de todas y presenta un nivel extremo de sequía. En este tipo de zona pueden pasar años enteros sin que llueva. Abarca alrededor del 3% de la superficie terrestre. El desierto Antártico y el desierto de Atacama son ejemplos de zonas hiperáridas.
Clasificaciones de un ecosistema desértico
Desiertos con vientos alisios o tropicales
En este tipo de desiertos encontramos vientos alisios, un tipo de vientos secos que disipa a las nubes. Y esto, a su vez, hace que el suelo se caliente mucho más por la acción de los rayos solares.
La mayoría de los grandes desiertos del planeta se encuentran en regiones donde se da la incidencia de vientos alisios. El desierto más grande de la Tierra, el Sáhara, ubicado al norte del continente africano, puede llegar a tener temperaturas que superan los 57°C.
Desiertos con barreras al aire húmedo
Este tipo de desiertos se forma en locaciones rodeadas por grandes cuerpos montañosos que bloquean el paso de las nubes húmedas. Conforme un viento asciende por una montaña, el agua va disipándose y el viento perdiendo su humedad. Este fenómeno deriva en la formación de zonas áridas. El desierto argentino de Cuyo y el desierto de Judea son un ejemplo de este tipo de desiertos.
Desiertos de latitudes medias
Están ubicados en zonas subtropicales con alta presión atmosférica. Presentan variaciones grandes de temperatura a lo largo del año y -por lo general- se sitúan en cuencas de drenaje separadas de los océanos. El desierto de Tengger en China y el desierto de Sonora en México son ejemplos de desiertos de latitudes medias.
Desiertos costeros
Por norma común, están ubicados en los bordes de continentes cercanos al trópico de Caprino y al trópico de Cáncer. Se considera el tipo de desiertos más complejo, pues su formación es producto de factores oceánicos, terrestres y atmosféricos, siendo la mayor causa de su aridez un sistema de vientos que impide la formación de precipitaciones. El desierto de Atacama en Chile es un desierto costero y es también el desierto más seco de la tierra. Una lluvia en él que pueda ser medida se producirá cada 5, 20 o más años.
Desiertos de monzón
Su formación es producto de los monzones, un tipo de viento estacional que se origina en el océano y que va perdiendo su humedad mientras recorre la plataforma continental, secándose rápidamente y generando aridez en las zonas más distantes. El desierto del Thar localizado entre Pakistán y la India, es un ejemplo de este tipo de desierto.
Desiertos fríos
Por normal general, están localizados en regiones de gran altura y baja precipitación. Su aridez es la misma que la de desiertos en zonas cálidas, pero tienen un mayor margen de presión atmosférica. El desierto de Gobi en China y la Puna altoandina en Argentina son ejemplos de desiertos fríos.
Desiertos polares
Pueden llegar a tener temperaturas inferiores a los cero grados centígrados, siendo su temperatura media inferior a los 10 grados centígrados a lo largo del año. Su aridez es producto de una alta presión atmosférica y de un bajo índice de precipitación a lo largo del año. El desierto polar más grande del mundo está localizado en las regiones interiores de la Antártida.
Paleodesiertos
Se trata de regiones cuyas condiciones climáticas han cambiado drásticamente a lo largo de la historia geológica del mundo y se han convertido en desiertos. El clima árido ha permitido la acumulación de residuos arqueológicos y de fósiles que se han preservado en el tiempo gracias a la falta de humedad. El proceso de cambio climático ocurrido en algunos paleodesiertos ni siquiera se ha comprendido del todo. Ante esto, la comunidad científica propone siempre una hipótesis o un teorema para dar respuesta a la incógnita.
El desierto del Kalahari en Sudáfrica y las Colinas de Arena o Sand Hills de Nebraska, son considerados paleodesiertos.
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