El ecosistema del desierto es un sistema biológico fácilmente identificable. Marcado por la deformidad en la corteza terrestre, la acumulación de arena y la intensidad de la radiación solar. Mientras que la presencia de la flora y la fauna es prácticamente nula.
Los desiertos tienen una reputación desoladora, ofreciendo condiciones exigentes para la vida humana. Bajo esa premisa hemos decidido hablar sobre el ecosistema que los caracteriza. Abordaremos los elementos que lo conforman y cómo influyen en el bioma.
Tabla de contenidos
¿Qué es un desierto?
Los desiertos son más que arena, sol y camellos. Existe una variedad polivalente de estos sistemas biológicos dependiendo de su ubicación en el globo terráqueo. Se trata de un bioma árido y seco con pocas precipitaciones en el año.
Un paisaje carente de vegetación y diversidad animal dada las condiciones que lo anteceden. Y es que, junto a los polos de la tierra, son los hábitats más exigentes para los organismos vivos que interactúan en un espacio determinado. Ideal para realizar excursiones con motos a rentar en https://renting10.com/.
Tipos de ecosistemas del desierto
El espacio geográfico de arena naranja no es el único tipo de desierto que existe. La unidad biológica conocida como desierto debe cumplir las siguientes condiciones: clima árido, poca presencia de organismos vivos y bajas precipitaciones.
Allí es donde surgen los desiertos calientes, que son los más calurosos del planeta. Caracterizados por una intensidad solar en el día y una pérdida de calor por las noches. El suelo es rocoso o arenoso, carente de nutrientes y líquido.
En contraste, los desiertos fríos permanecen con temperaturas bajo cero en todo el año. Incluyendo verano. Poseen clima frio con nevadas poderosas en invierno y el suelo es una masa de hielo. Cuando no nieva, es un terreno suave y esponjoso.
Características del ecosistema del desierto
Para entender cómo es el ecosistema del desierto hay que evaluar las características del bioma. Veamos cuáles son.
Intensidad solar y perdida de calor
Las condiciones abióticas del desierto están bien marcadas, sobre todo en los cambios de temperaturas. Mientras que en el día la intensidad solar azota a la corteza terrestre, en las noches la temperatura desciende por la pérdida de calor en la atmosfera.
Bajas precipitaciones
Cualquier tipo de forma de agua en los desiertos es prácticamente nula, notándose escasez preocupante para los organismos vivos y el entorno donde se desenvuelven.
La falta de procesos fluviales marca significativamente al hábitat del desierto, acumulando gran cantidad de arena o mostrando una corteza terrestre seca carente de flora.
Elementos abióticos y bióticos del desierto
Como un ecosistema, los elementos abióticos y bióticos se encuentran presentes. Algunos los hemos mencionados superficialmente, pero en este apartado profundizaremos al respecto.
Factores abióticos del desierto
Los factores abióticos del desierto representan los componentes físicos y químicos del bioma. En el caso del agua sabemos que es escasa, el viento es intenso provocando tormentas y la temperatura está dominada por la intensidad de la radiación solar. Finalmente la humedad es nula y los nutrientes del suelo son escasos.
Factores bióticos del desierto
Con las condiciones marcadas anteriormente, difícilmente podamos notar una ávida presencia de componentes bióticos a simple vista. A pesar de que es variada, es carente e insuficiente como para poblar la corteza.
Entre los animales que frecuentan el desolador desierto tenemos: camellos, zorros, ratones, escorpiones aves carroñeras. Organismos que deben valerse para conseguir comida y líquido.
Por otro lado, la masa vegetal no posee los nutrientes suficientes como para sobrevivir. Aunado a la intensidad solar que ejerce presión sobre la flora. Los que logran sobrevivir por un tiempo determinado son los matorrales y cactus.
