El ecosistema, con el pasar de los años, ha tenido algunas variaciones en cuanto a su definición. Por lo que, la respuesta a la pregunta ¿Qué es un ecosistema? No es la misma hace cientos de años, que en la actualidad.
En la antigüedad, para ser más exactos en el siglo XVIII, los científicos se encontraban en búsqueda de cómo definir a un conjunto de hábitats y organismos vivos del planeta tierra
Pero, no sería hasta el segundo cuarto del siglo XX, que darían con el término “ecosistema”. El problema radicaba que la definición que se había dado era muy genérica, ya que solo se resaltaban los agentes bilógicos y físicos de un entorno determinado.
Sin embargo, para el año 1935, un famoso botánico llamado Arthur Tansley, acuñaría una definición un poco más compleja. Esto se debe a que, esta explicación, además de los agentes anteriormente mencionados, también incluía las interacciones de los individuos con los medios de su entorno.
La definición otorgada por Tansley, es la que más semejanzas guarda, con respecto a la que es utilizada en los tiempos modernos.
En la actualidad, la pregunta ¿Qué es un ecosistema? Se responde de la siguiente forma: Es un conjunto o una agrupación de seres vivos, los cuales forman parte de un mismo espacio geográfico o hábitat.
Por ejemplo, los organismos que residen en la superficie terrestre, forman parte de un ecosistema diferente a aquellos que viven en el agua. Así como también, el hábitat de aquellos individuos voladores, es totalmente diferente a los dos mencionados anteriormente.
En esta entrada, nos adentraremos mucho más en todos los aspectos relevantes que necesitas conocer sobre los ecosistemas. Continúa leyendo la entrada para conocer los tipos, componentes, características y organismos de los ecosistemas que comprenden el planeta Tierra.
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¿Qué tipos de ecosistemas existen?
Existen varios tipos de ecosistemas. Dentro de estos, también se encuentran algunas divisiones que comprenden otros hábitats y entornos geográficos más pequeños. Estos son:
Ecosistema terrestre.
Como su mismo nombre lo indica, este ecosistema comprende a aquellos organismos vivos que residen en la superficie terrestre del planeta Tierra. Estos seres se desenvuelven e interactúan con agentes de su entorno, como por ejemplo el viento.
En este ecosistema residen animales, plantas, seres humanos y organismos más pequeños. Todos estos se desenvuelven de forma armónica, la mayoría de las ocasiones.
Esto último está directamente ligado a la cadena alimenticia. Pero, estas son “reglas” impuestas por la naturaleza. Por lo que siempre, los individuos que se encuentran más arriba de la pirámide de la cadena anterior mencionada, serán los que alteren la armonía.
Armonía que debe ser alterada, como ya se mencionó, por mandato de la madre naturaleza. Esto, por el simple hecho de supervivencia y evolución. Por ejemplo, los organismos del segundo peldaño, dependen de los del primer peldaño, los del tercero de los del segundo, y así sucesivamente.
En este tipo de ecosistema, se encuentran todo tipo de animales, desde mamíferos, insectos, anfibios, entre otros. Entre los organismos que comprenden la flora, también pueden encontrarse una gran diversidad de especies.
Ahora bien, dentro de los ecosistemas terrestres, también existen divisiones, dependiendo de la calidad de vida de su entorno. También, estas categorías van a ser determinadas por factores como el clima, composición del suelo.
Entre estas podemos encontrar:
Ecosistema desértico.
Su característica principal se encuentra en su propio nombre. Son aquellos espacios terrestres que albergan organismos vivos, cuyas condiciones del suelo y del clima son considerados como inhóspitos.
En estos espacios esta erradicada, prácticamente, toda posibilidad de nacimientos de especies vegetales. Sin embargo, n cuanto a las especies animales, la historia es un poco mejor, ya que existen algunos que lograr adaptarse a este tipo de ambiente.
Las especies que logran subsistir de forma correcta y sin complicaciones en los ecosistemas desérticos, son aquellas que cuentan con mucha resistencia. Es decir, aquellos organismos que han logrado permanecer vivos durante siglos y han conseguido evolucionar y adaptarse.
Existen dos tipos de suelos, en lo que respecta a los ecosistemas desérticos, los cuales son el rocoso y el arenoso. En los rocosos, se puede notar que el suelo es áspero y muy sólido, pero, en los arenosos, sobresalen sus dunas y poca densidad.
Cuando se menciona la palabra “desierto”, la mayoría de las personas se imagina un lugar sumamente caluroso. Pero la verdad es que este término conlleva una definición más amplia. Por lo que, logra abarcar más espacios.
Un desierto puede ser tanto caluroso, como frio. El problema principal radica, y por lo que estos ecosistemas son tan inhóspitos, es que, algunos son extremadamente calurosos y otros son insoportablemente fríos.
Entre los desiertos calurosos, por ejemplo, El Sahara, las temperaturas logran alcanzar cifras muy altas, como de 60º. Por su parte, los ecosistemas desérticos muy fríos, por ejemplo, la Antártida, sus temperaturas descienden hasta los -50º.
En los dos tipos de ecosistemas desérticos, las precipitaciones de lluvia son muy escazas, llegando a ser nulas en la mayor parte del tiempo. Además, la amplitud térmica es extremadamente alta, lo que ratifica lo anteriormente mencionado de la poca existencia de fauna y flora.
Ecosistema forestal.
Este tipo de ecosistema terrestre es uno de los que comprende más extensión de tierras, en todo el planeta Tierra. Esto gracias a que, al menos, el 25% del espacio que pertenece al ecosistema terrestre, es del ecosistema forestal.
En este tipo de ecosistemas también, es donde se encuentra la mayor parte de especies de fauna y flora del mundo entero. Los seres humanos, por su parte, son uno de los organismos vivos, que menos presencia tiene en estos espacios.
Dentro de este ecosistema, también existen algunas divisiones, que van a ser determinadas por el tipo de clima, de suelo y de la flora que en estos se encuentre. Entre los más relevantes, se pueden resaltar:
Bosques frondosos.
La vegetación que hace presencia en estos bosques, tiene la característica de poseer hojas anchas. Las plantas que toman protagonismo en dichos espacios terrestres, son aquellas denominadas “angiospermas”, es decir, que brindan frutos.
Las especies de animales que habitan estos bosques, son las más variadas entre todas las sub categorías de los ecosistemas forestales. Uno de los ejemplos más reconocibles de los bosques frondosos, son las selvas.
Bosques coníferos.
Este tipo de ecosistema terrestre forestal, está comprendido, en su mayor parte, por planta conocidas como “gimnospermas”. Estas últimas son aquella vegetación que no tiende a brindar frutos.
Las hojas que poseen sus plantas son perpetuas y de un escaso tamaño. Entre los ejemplos más representativos de este tipo de bosques, se encuentran las taigas. Los cuales son biomas boscosos, con las características anteriormente mencionadas.
Bosques mixtos.
Como si mismo nombre lo indica, este tipo de bosques, son aquellos que cuentan tanto con plantas frondosas, como con plantas coníferas. Por lo que, en estos espacios se puede notar un equilibrio armónico entre ambos tipos de plantas.
En cuanto a la fauna que aquí se encuentra, también es muy variante. Porque va a depender directamente de qué lugar del mundo se encuentre este bosque mixto, para determinar la variedad de especies que en este habitan.
Ecosistema acuático.
Este tipo de ecosistemas comprenden la mayor parte del espacio del planeta tierra en general. Por lo que, se puede considerar, como el ecosistema más extenso que existe en el mundo.
Como su mismo nombre lo indica, son espacios habitados por organismos vivos, que se desarrollan y desenvuelven en espacios acuáticos.
Entre los ecosistemas más específicos, que comprenden los espacios acuáticos, se pueden encontrar dos, de agua dulce y salada.
Ecosistema de agua dulce.
Las masas de aguas que se encuentran en estos ecosistemas, se encuentran totalmente libres de salinidad. Entre los espacios que se pueden resaltar, se encuentran: los ríos, las lagunas, los lagos y otros.
La flora y la fauna que hacen presencia en estos, va a ser muy variante, dependiendo del tipo de condiciones del agua. Es decir, los animales y plantas que se encuentran habitando las estancadas aguas de los lagos, no son las mismas que se encuentran en los ríos.
Esto gracias a que algunas especies han logrado adaptarse a las condiciones de vida de las aguas caudalosas de los ríos. Por otra parte, los organismos que se encuentran en lagunas y lagos, simplemente prefieren esas condiciones de vida.
Ecosistema de agua salada.
En estas masas de agua, la presencia de la salinidad si es muy abundante. Este tipo de ecosistema comprende, al menos, tres cuartos de la extensión perteneciente a los sistemas acuáticos.
Los ejemplo más claros de este tipo de ecosistemas acuáticos, son los mares y los océanos.
Los ecosistemas de agua salada son tan extensos, que aún no han podido ser explorados, en su totalidad, por los seres humanos. Por lo que, no se sabe a ciencia cierta, que cantidad de especies florales y animales hacen vida en estos espacios.
Sin embargo, si se puede determinar que este tipo de ecosistema es el que cuenta con la mayor variedad de organismos vivos en todo el planeta Tierra.